Los candidatos, en general, no ocuparon una estrategia moderna, que se adaptara a los nuevos usos y hábitos que hay de los mexicanos en redes sociales.
En la pasada colaboración, explicaba acerca del triunfo de Andrés Manuel López Obrador en Facebook – aún comparándose con las estrategias pagadas de los otros candidatos -. El punto de partida era el siguiente gráfico de audiencia:
En esta ocasión vamos a analizar cómo fue la estrategia de los candidatos en Twitter. Entendamos Twitter como la herramienta que ocupan los políticos para lograr que sus posicionamientos o comunicados puedan llegar a medios de comunicación ya que, al tener una sencilla forma de búsqueda y un formato visual rectangular, los ocupan fácilmente para mostrarlos en la televisión.
Así la audiencia total en Twitter de quienes fueran los candidatos:
¡Es un comportamiento muy distinto a Facebook! A excepción de López Obrador, que ganó desde cualquier ángulo en redes sociales, el crecimiento de “El Bronco” fue muy limitado, Anaya apenas si aumento sus followers y Meade, en definitiva, no contó con el brazo de los famosos peñabots.
Esta es la cantidad de tweets publicados:
Andrés Manuel López Obrador fue quien menos tweets realizó, por mucho. Ricardo Anaya tampoco se aplicó mucho en Twitter, con lo que desperdició valiosas oportunidades para ser retomado en medios de comunicación. José Antonio Meade tampoco se dejó llevar por la corriente, sin embargo, viendo sus resultados en Facebook, hubiera sido útil publicar más.
Quien si llenó a sus seguidores de tweets fue “El Bronco”, realizando una asombrosa cantidad de publicaciones, seguramente para que los medios de comunicación tradicionales fueran picando los anzuelos.
Y este fue el resultado:
En relación con la cantidad de tweets realizados e interacciones recibidas, el ganador fue Andrés Manuel López Obrador. Con muy pocas publicaciones rondó las 830 mil interacciones mensuales (nada que ver con los 4 millones que llegó a tener en Facebook).
Aunque José Antonio Meade fue quien más interacciones tuvo en sus tweets, la relación de publicaciones y crecimiento de audiencia nada tiene que ver con la de López Obrador. Vaya, que al final no le sirvieron esas interacciones para crecer su base de followers.
A Ricardo Anaya le pasó lo mismo que en Facebook, las noticias de corrupción lo frenaron aún cuando pudo levantar al cierre.
A quien no le funcionó nada la estrategia en Twitter fue a “El Bronco”, suele pasar cuando la cantidad de tweets realizados es excesiva y pierde interés de los usuarios, aunque sean muy pocos en esta red social.
Al final, se puede concluir lo mismo que ha pasado durante los últimos años en México: la red social que manda es Facebook, bastaría ver la comparación de interacciones que pasa de 5 millones a tan solo 800 mil en Twitter.
Los candidatos, en general, no ocuparon una estrategia moderna, que se adaptara a los nuevos usos y hábitos que hay de los mexicanos en redes sociales. Andrés Manuel López Obrador usó una estrategia que es muy preciada hasta por rockstars: mantener la atención de la audiencia con pocas publicaciones, pero creativas, entretenidas y relevantes para ellos.
Ya se ha comprobado en diversos estudios a nivel mundial que los usuarios no quieren ver campañas políticas en redes sociales, por lo que los nuevos acercamientos tienen que ser más frescos, con materiales épicos y evitando a toda costa llevar los materiales de TV, que no se adaptan a un consumo que depende de la velocidad del pulgar.