Hace ya varios años que surgió el papel del Community Manager. Desde entonces, muchas cosas se dicen acerca de esta profesión: que es un hobbie, que lo hace cualquiera que domine un par de redes sociales o que se trata de publicar muchas veces en redes sociales.
- Cualquiera puede ser Community Manager: el fácil acceso a redes sociales no significa que puedes generar contenido que cumpla los objetivos de un negocio en línea. Gestionar redes sociales no sólo es publicar por publicar, es poder generar una estrategia que tenga resultados específicos.
- Los CM no necesitan preparación: para llegar a ser un buen community manager es necesario invertir en cursos, preparación y herramientas que les ayuden a hacer un trabajo profesional.
- Sólo te pagan por estar en Facebook y Twitter: los community managers se pasan gran parte de su día investigando a la competencia, curando contenidos, etc. Además muchos utilizan herramientas secundarias (como Hootsuite y Tweetdeck) para gestionar las redes sociales que llevan.
- Dominar varias redes sociales te hacen ser un CM: ojalá fuera tan sencillo como parece. Una cosa es crear tweets relevantes y otra muy diferente generar estrategias para crear presencia de marca en internet.
- Es un trabajo fácil: estar todo el día enfrente de una computadora no significa que ser CM es un trabajo fácil. La profesión exige estar al tanto de las tendencias y cambios de herramientas actuales.
- Mi sobrino puede ser mi CM: tener un familiar que está todo el día en redes sociales no lo hacen una persona capacitada para obtener resultados.
- Es un trabajo de pocas horas: la interacción en redes sociales es de 24 horas, que te exige estar disponible 24/7 frente a una computadora o un dispositivo móvil.
En realidad, el profesional con el conocimiento y herramientas necesarias para gestionar las redes sociales de una empresa y que fomenta la comunicación e interacción de una empresa con sus clientes. Además, monitorear la presencia online de las marcas ante sus consumidores.