Acabo de leer un libro de ciencia ficción de Larry Niven, titulado “Historias del Universo conocido”, que es una recopilación de narraciones relativas a su universo Ringworld donde habla de muchos temas diferentes que más tarde utilizó para conformar toda una serie de novelas y que en lo personal recomiendo ampliamente.
Niven veía en un futuro muy cercano el desarrollo de una entidad-nación independiente llamada “El Cinturón”. En vez de irse a enterrar a Marte o la Luna, los futuros exploradores espaciales se concentraron en los asteroides debido a su potencial económico.
Desarrollaron una sociedad basada en la exploración y explotación de los asteroides que, según afirman los expertos, contienen grandes cantidades de recursos que podrían servirnos de mucho: desde metales raros y preciosos hasta la humilde agua.
Por lo contrario de lo que ocurre en historias de ScyFi más optimista, en la actualidad la exploración espacial está en un estado de impasse que ya dura varias décadas. Cuando esta actividad dejó de ser una forma de propaganda, tanto soviéticos/rusos como estadounidenses la dejaron por ser muy cara; en la actualidad los viajes al espacio se limitan a simple cabotaje para subir equipos a la órbita terrestre y un poco de ciencia a través de la Estación Espacial Internacional y una eventual misión robótica de la NASA.
Sin embargo, ahora es la iniciativa privada la que empieza a tomar esta bandera: hay empresas tan ricas, sobre todo algunas que se encuentran en el ramo de la tecnología, que ya se pueden dar el lujo de iniciar su propio programa especial, pero sobre todo, hay empresarios y capitalistas con esta visión de utilizar el dinero para realizar cambios en el curso de la historia.
Hoy se anunció en Seattle a la empresa Planetary Resources, una firma que entre sus creadores e inversores se encuentran muchos nombres famosos entre los que destacan los de Larry Page y Erik Schmidt; el primero co-fundador de Google y el segundo director ejecutivo de la firma del buscador.
Planetary Resources está enfocada en una sola cosa: explotar los asteroides. Al parecer desarrollarán la tecnología necesaria para llegar a las rocas más cercanas, explorarlas y, en caso de existir, explotar los recursos que puedan contener estos cuerpos celestes.
Esta idea es, a niveles históricos y de proyección de la humanidad como civilización, revolucionaria y, en caso de concretarse, se transformaría en un foco de desarrollo para la economía del planeta como nunca antes se había construido o descubierto otro.
Estamos hablando de un hito en nuestra historia al nivel del descubrimiento de América o la invención de la imprenta.
Durante el anuncio de la empresa los presentadores de Planetary Resources enumeraron las posibilidades de su empresa y estas podrían marear al más optimista: regreso a la exploración tripulada del sistema solar, creación de fábricas en órbita, desarrollo de “estaciones de combustible” para futuras expediciones a otros planetas, etcétera. El abanico de posibilidades es brutalmente grande.
Los fundadores ya aseveraron que los resultados son a muy largo plazo sin embargo, cuando se habla de desarrollar este tipo de tecnologías, los resultados sólo se ven después de mucha investigación.
La noticia es muy buena en todos los sentidos; para empezar podría ser el final de esta era donde la investigación espacial se ha visto como un gasto oneroso y sin sentido, podría ser el inicio de una nueva industria que, de desarrollarse, sería la solución para muchos problemas de los que sufrimos en la actualidad.
Finalmente podría ser la base para que, en un futuro (cercano y lejano) comience la expansión de nuestra raza primero por el sistema solar y más tarde a la galaxia.
La industrialización del cinturón de asteroides podría ser la puerta de entrada a un futuro que es muy difícil de imaginar.
Un video de Planetary Resources donde explican (en inglés) las metas de la firma
Imágenes: Planetary Resources