Futbol contra política

Sigue la discusión sobre Ricardo Salinas Pliego y su decisión de que TV Azteca transmita, en vez del debate entre los cuatro candidatos a la presidencia de la república, un partido de la liguilla entre Monarcas y Tigres (ya hasta Enrique Krauze entró al debate).

La primera pregunta que me llega es ¿de veras necesitamos que todos los canales transmitan el dichoso debate?

Los más antiguos, como yo, recodarán aquellas épocas verdaderamente autoritarias con un PRI monolítico en torno al presidente; en esos entonces la transmisión del informe de gobierno (ni nos imaginábamos que podría darse un debate entre candidatos por la sencilla razón de que sólo había uno) se realizaba en cadena nacional.

Olvídense de programas y otros eventos, los seis canales de televisión de la Ciudad de México (si, hubo una época antidiluviana en que sólo teníamos seis canales) y todos los del interior de la república transmitían no sólo el informe presidencial, que parecía durar eones, si no también el besamanos al presidente por parte de toda la clase política que se daba después de la ceremonia.

Las televisoras eran copadas y ninguno de los directivos decía ni pío por que era desde ese poder donde venían todas sus prerrogativas.

Vivimos otras épocas donde la opción televisiva es inmensamente superior y cualquier sistema barato ofrece una cantidad de canales que en ese entonces ni nos imaginábamos.

El hecho de que un empresario no quiera transmitir un debate de este tipo ha sido ampliamente cuestionado por lo que regresamos a nuestra pregunta: ¿Es necesario “encadenar” todos los canales y hacer que pasen de manera simultánea un debate televisado?

Tal vez la respuesta, para muchos, es la siguiente: la gente es tan bruta que si le dan la opción, le va a cambiar; ¿Cuál es la solución? No le des opciones, que todos y cada uno de los canales transmita el dichoso debate.

Creo que por ahí no va la cosa; si no tuviéramos opciones, es decir, si la única opción para ver el debate fuera un canal de Salinas Pliego y este se negara a transmitirlo, estaría de acuerdo con el grueso de los críticos que ya se lanzaron a quemar, aunque sea en efigie literal, al empresario.

Ojo, no estoy defendiendo a una persona que es muy cuestionable en su ética, sus maneras de hacer negocios y de manejar a sus empresas (pregúntenle a cualquier empleado o exempleado como se las gasta el señor Salinas), lo que estoy diciendo es que ya no son épocas de forzar a la gente ver ciertas actividades políticas, aunque estas sean de suma importancia para el futuro de nuestro país.

A final de cuentas puede que la gente ya esté harta de campañas (que sólo llevan seis años), decepcionadas de la clase política o simplemente son “tigres” de hueso colorado que prefieren ver a su equipo y luego las repeticiones del debate.

Creo que el factor que entra aquí es la educación y las perspectivas de la gente. Si tenemos que forzar a que todos los canales pasen el debate por que si no la gente “le cambia” el problema es que los políticos no han sabido hacer dos cosas:

Primero, atraer a la gente con verdaderas ideas y con verdaderas soluciones a sus problemas; transformarse en verdaderos representantes del pueblo y no simples mercenarios partidistas.

Segundo, evitar a través de la educación y nuevas propuestas que la televisión sea la encargada de entretener y formar a los ciudadanos; no podemos prohibir el futbol, pero podemos ver la forma que éste deje de ser tan trascendente para la vida nacional (a pesar de ser tan malo).

Por supuesto que el señor Salinas Pliego y TV Azteca van a hacer los que se le de la gana con su canal (y su equipito de fut), el fallo aquí es de los que prefieren ver un partidito mediocre (a pesar de ser de la mentada liguilla) a un debate donde se presentarán las propuestas del que será el líder de nuestro país por los próximos seis años.

Ambos estarán disponibles (además de cientos de otros canales con la más diversa programación) a la misma hora en el mismo día.

Fotos:

txGeek via photo pin cc
Gobierno de Aguascalientes via photo pin cc