Ya casi ha terminado el proceso electoral de este año y puedo decir que he participado en varias pláticas-discusiones (quizá demasiadas) al respecto.
He oído de todo; desde apocalípticos que ya están pensando en irse para Mérida hasta cínicos que aseveran que, gane quien gane, será más de lo mismo.
Luego de escuchar, leer y darle un poco a la canica he llegado a una conclusión respecto al futuro de esta pobre patria.
Quizá el elemento más importante que estamos viviendo es que este país, en muchas formas, es muy diferente al de hace 20 años por lo que, para todos los que piensan que “si-no-gana-mi-candidato-el-mundo-se-acaba”, he querido hacer una reflexión sobre las grandes diferencias de este México del siglo XXI.
El próximo presidente (sea cual sea su partido) se va a enfrentar a:
- Una amplia base de ciudadanos en oposición; el que gane no va a ganar todo, tendrá que incluir a aquellos que votaron por otros candidatos. Mucha de esta gente, sobre todo la más joven, ha desarrollado una importante conciencia política y va a estar pendiente y en actitud sumamente crítica.
- Una prensa libérrima que no tiene bozales ni tapaderas sin olvidar, por supuesto, a los nuevos medios basados en Internet, desde Blogs hasta redes sociales. Sé que hay muchos mercenarios, pero ya no son los únicos que pueden hacer valer su opinión.
- Un congreso plural e independiente que a pesar de la limitación de algunos de sus integrantes se ha transformado en un verdadero contrapeso. ¿El candidato por el que van a votar no es de su completo agrado? Voten por partidos distintos para el poder legislativo (diputados y senadores).
- Un poder judicial independiente.
- Gobernadores de 31 estados que (para bien o para mal) han ganado sus puestos por su propio mérito y no por el “dedazo” de un presidente, como ocurría en la era dorada del PRI.
Y por supuesto que lo más importante sigue siendo el tema de la participación: que un candidato o partido pierda las elecciones no es el final del mundo y, como dice un viejo adagio “nunca se gana todo ni nunca se pierde todo en política”, en otras palabras, es como el futbol: siempre da revanchas y la próxima serán las elecciones legislativas de 2015 donde podremos calificar al régimen que llegue a la presidencia.
El próximo primero de julio salgan a votar, respeten a los que no piensen de la misma manera; si están metidos en cualquier movimiento, vayan a observar las elecciones de una casilla; al final de la jornada, tómenle foto a la manta con los resultados.
Vamos a tener muchos observadores, vamos a contar con conteos rápidos y al dichoso PREP por lo que los resultados los sabremos durante las 24 horas siguientes a la del cierre de casillas.
Así que, a participar y no nada más en las elecciones si no en hacer que estas se cumplan y de que el próximo gobierno, sean cuales sean sus colores, haga bien su trabajo.